jueves, 26 de noviembre de 2015

CNT1516.03 Cadáver Exquisito- Trabajos

Cuatro años trabajando juntos en mismo bufete. Cuatro años compartiendo rutinas. A las siete y media de la mañana cogían el ascensor hasta la décima planta, apenas un hola y media sonrisa en los dos minutos y quince segundos que duraba el trayecto. No es que lo hubiera cronometrado, no. Ni que prestara atención a su indumentaria. Eso tampoco. Que supiera que no se ponía dos veces la misma corbata entre semana o que el nunca vestía una de color chillón cuando tenía vista en el tribunal se debía a la mera observación.

Se habían incorporado como becarios el mismo día y fueron labrando su carrera poco a poco. Él en corporaciones, ella en familia. Coincidieron un par de veces al principio como abogados de apoyo. Entonces compartían camaradería, cafés entre horas y alguna cerveza después de alguna jornada maratoniana. Surgió pronto la química entre ellos, las miradas robadas, los dobles sentidos y las sonrisas privadas. Ninguno de los dos intentó nada. Pronto en el bufete elegiría un nuevo socio Junior y sería elegido uno de los dos. Desde que se anunció la promoción cada uno se volcó en su profesión. Ya no hubo más complicidad. Donde hubo conversación ya solo reinaba el silencio.

No se explicaba como habían llegado a esa situación. Claro que ella quería el puesto. Se había esforzado mucho para ser tomada en serio. Si no la ascendían o incluso si la despedían ya se había hecho con cierta fama y podría iniciar un despacho ella sola.

¿A que le había llevado tanto esfuerzo? Cuatro años y ninguna relación que durase más de un par de semanas. Ser socia no le iba a dar calor en invierno, por muy bien que quedara en las tarjetas de visita.

Al llegar al trabajo subió sola hasta la décima planta. Tampoco había nadie en la sala del café. En su mesa encontró una hoja doblada. Era su letra. “Cuatro años hemos compartido ascensor. Solo yo sé que vistes zapatos negros de tacón cuando vas a juicio. Solo yo sé que te muerdes el labio inferior cuando estás nerviosa. Solo yo sé que recoges tu pelo en un apretado moño para que te tomen en serio. No recuerdo por qué decidí volcar mis esfuerzos por conseguir ser socio y no centrarme en liberar tu cabello de tanto gancho. Dimito.”



Leire Cortaberría


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Esplendor en el río.
Todos pidieron su cabeza. René estaba convencido de haber realizado bien su trabajo. Los que formaban el grupo le habían entendido. Llevaba meses preparándolo. En su mente, René visualizaba la escena. Una noche fría y estrellada. Un remanso del río que forma una dársena. Los amigos retozando en el agua. No podía fallar. Era el plan perfecto. Bañarse juntos, desnudos en aquellas aguas heladas. No calculó que los acontecimientos iban a ser diferentes a sus planes. Sin previo aviso, Anabel la más impaciente, se tiró al agua y gritó un “Do de Pecho” ¡se me han quedado congeladas! ¿Congeladas qué? -Preguntó René-. Qué van a ser: “las manos”- respondió Anabel. Comenzó a golpearlas una contra otra. René, lentamente, se acercó y le ofreció su parte más preciada. Las manos de Anabel rozaron levemente aquella figura y comenzaron a recuperar su estado natural. Ambos emitían gemidos de placer. Aquí se formó la debacle. Los demás miembros del equipo se lanzaron al agua, a imitar la escenificación de René y Anabel. Aquello se convirtió en una verdadera orgía. Allí perdieron los miedos, las vergüenzas y algunos emblemas. Nunca olvidarían aquella noche.
Al quinto día, el rumor estaba en la calle. La situación era muy nociva para Anabel. Tenía que dar explicaciones en su empresa ya que ocupaba un cargo público. No pudo soportar la presión. Decidió culpar de lo sucedido a René. Le acusó de tenerlo todo planeado y convenció al grupo para pedir su cabeza. Todos la apoyaron. René fue despedido. Pasado un tiempo, cuando pasaba cerca de aquél río, no podía evitar mirarse sus bajeras y repetirse una y otra vez ¡ves lo que hiciste por cambiar la posición!.....mientras en su cara, se dibujaba una sonrisa picarona.
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luken.luciano…………………………………………Ejercicio: Cadáver Exquisito….(2015)


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                             R E S U M E N     D E     L I T E R A T U R A     I N C O N E X A
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Se conocían prácticamente desde su infancia. Jugaron y estudiaron juntos. Su desarrollo físico y personal  siguieron caminos paralelos.
Al independizarse,  pensaron en compartir y desarrollar  un proyecto común . Estaban dispuestos a luchar y sufrir por conseguir unos objetivos que estaban seguros de alcanzar. El desarrollo físico de las personas era la base del proyecto. Los comienzos fueron difíciles pero exitosos. La esperanza se iba convirtiendo en realidad.
Algo totalmente ajeno a su proyecto y a su trabajo se interpuso entre ellos. Sonia, la hija de uno de ellos,  unía a sus cualidades para  un desarrollo físico casi perfecto que serviría de modelo a seguir,  una belleza extraordinaria que le llevó por otros derroteros :  Los concursos de belleza. El éxito en ellos y la necesidad de un manager o representante que canalizara ofertas y trazara caminos , fue alejando a los dos amigos de la infancia. La familia o la amistad exigían una elección y la primera prevaleció sobre la segunda.

                                                                                                                                            Jesús Mari G.

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El cadáver exquisito
22 de Noviembre de 2015

(0)Tenía yo ocho años cuando mi padre me mandó ir a misa un domingo por la mañana. Yo prefería ir a jugar con mis amigos, (1)pero no era posible.Las circunstancias habían cambiado mucho. Problemas familiares introdujeron nuevos elementos (2)en aquella antigua rencilla, que les llevó a sumirse en una profunda depresión, agravada por la ( ) incomunicación.
 (3)Tuvo suerte. En aquellos momentos el laboratorio había terminado el experimento que le salvaría de sus males.(4) Dicho experimento consistiría en revisar todo lo mejorable de sus vidas y mejorar el antídoto que los contrarrestara.
(5)LOS ANSIADOS PAPELES DEL DIVORCIO DARÍAN A CADA UNO LA LIBERTAD PARA CAMBIAR EL HORIZONTE DE SUS VIDAS.(6) Y qué bien les vendría a los dos dicho cambio. Por fin cumplirían esos sueños que tanto anhelaban.
(7)Quedaron absortos sobre la fina arena de la playa frente al impresionante atardecer. Sus manos estaban (8)entrelazadas, ella las tenía tibias, él calientes. Sintió un escalofrío por todo el cuerpo. Llevaba tiempo anhelando volver (9) a sentir sensaciones tan verdaderas, tan genuinas. Desde que volvió de la guerra, parecía que se le hubiera congelado el alma,(10) cuando reconoció el dulce rostro de su esposa junto al que una vez fué su mejor amigo, lloró en silencio, permitiendo a las lágrimas llevarse su dolor.
(11)Es agradable disponer de tiempos de soledad que le permiten contactar con su interior, pero mucho mejor resultaba compartirlos con alguien cercano.  (12)Las penas compartidas son medias penas.
A partir de aquel día, la felicidad habitó en su corazón.
Palabras repetidas:
  • Experimento 2
  • Penas 2
  • Vidas 2
  • Anhelar 2




Los caprichos del destino 
                                                          30 de Noviembre de 2015
 ( Demiurgo apofénico )
(El creador de una obra partiendo de sucesos aleatorios y datos sin sentido.)

Este relato habla de la existencia vital de un chaval que a partir de los ocho años en los que su dedicación primaria se debería centrar en jugar, divertirse y relacionarse con sus  iguales para su sano y equilibrado desarrollo, se encuentra impedido por los caprichos de la suerte que a todo ser humano nos depara  nuestro paso por la tierra.
Desde que era muy jovenzuelo tuvo que enfrentarse a innumerables problemas familiares y sociales que le impedían crecer en un ambiente considerado normal para otros de su edad, resultando por ello gravemente afectado su crecimiento sicológico.
Su padre, que era militar y no se llevaba muy bien con su madre, pues discutían muy a menudo y al mozo le tocó presenciar más de una discusión, fue llamado a filas para combatir al EI en Irak, pues los incompetentes e interesados políticos de la época así lo decidieron.
La comunicación del muchacho con la familia y con la sociedad  era bastante escasa o inexistente, cuando su madre fué diagnosticada de una grave enfermedad. Estas circunstancias sumadas a la ausencia de su padre, hicieron  que él se sumiera en una gran depresión.
Pero un buen día los peiódicos anunciaban a bombo y platillo el gran descubrimiento de los laboratorios  Pharmamar. Esta farmaceútica que tras muchos años de experimentación y lucha con los reguladores del mercado de medicamentos, había conseguido demostrar los parabienes de un nuevo compuesto con "gran actividad antitumoral" y con resultados extraordinarios,  había obtenido la licencia de distribución de la misma.
Hay que decir que este acontecimiento coincidió con la publicación del resultado de las elecciones generales del país, en el que el bipartidismo reinante hasta entonces había perdido las elecciones, por lo que el futuro partido que gobernaría la nación, se decantaba por la socialización de los medicamentos y la sanidad, recargando el peso mayor del coste de licencias al estrato social económicamente superior, según renta.
Tuvo mucha suerte, porque su madre fue tratada debidamente y sanó de sus males sin que por ello  tuviera que hipotecarse económicamente de por vida. 
En esto, su madre que se sentía sana, vigorosa y valiente decidió cambiar el rumbo de su vida junto a su hijo, que era un adolescente, y consigió los papeles del divorcio de su marido, que había vuelto de sus combates de Irak.
¡Su futuro sería otro! Qué bien les vendría a los dos dicho cambio, por fin cumplirían esos sueños que tanto anhelaban. Sobre todo a él, que quería vivir al amparo de su madre y buscar una novia que lo amara y se comprendieran mutuamente.
La relación con su madre creció enormemente  y su comunicación se convirtió muy enriquecedora y motivadora de amplias relaciones.
Esta sana relación fue la que motivó sin mayor esfuerzo por su parte que un buen día una antigua compañera de colegio se encaprichara de su alegre sonrisa y le insinuara para ir juntos a la playa.
Una vez, estuvieron ambos sobre la fina arena de la playa, absortos frente a un impresionante atardecer con sus manos entrelazadas, ella las tenía tibias, él calientes. En ese momento sintió un escalofrío por todo el cuerpo. Llevaba tiempo anhelando sentir sensaciones tan verdaderas y tan genuinas.
En los paseos que daba con su madre, compartía con ella las hermosas experiencias que le estaba deparando el presente, y ella le comentaba el estado en que encontró a su padre y exmarido que desde que volvió de la guerra, parecía que se le hubiera congelado el alma; y que cómo, un día encontró a su padre-marido junto a la que fue su mejor amiga y que la madre lloró sóla y en silencio, permitiendo a las lágrimas llevarse su dolor.
Le enseñó que es agradable disponer de tiempos de soledad que te permitan contactar con tu interior, pero que mucho mejor resultaba compartirlos con alguien cercano, porque las penas compartidas son medias penas.
A partir de aquel día, la felicidad habitó en su corazón..

Xanti Alberdi





*** Asomó un poco la cabeza debajo de las mantas. El aire que respiraba está frío. Abrió un ojo y luego lentamente el otro. La claridad era tenue, blanquecina. Atisbo una pequeña ventana, tenía nieve pegada contra el cristal. Durante la noche había caído una fuerte nevada. Al respirar veía salir el vaho. Se tocó la cara, estaba fresca en sus mejillas y la nariz, fría.
¿Qué hora será? Se preguntó. Tendrás que levantarte, se dijo así misma. Incorporándose apoyó un pie en el suelo. Benditos calcetines, el suelo parecía una placa de hielo.
La cabaña era pequeña. La víspera no había tenido tiempo a echar un vistazo. Después de varias horas de viaje en coche y la rápida presentación a su responsables se reguardó en su choza. Iba a ser su refugio en los próximos meses.
La cama estaba arrimada a la pared. Justo en frente una pequeña cocina, siendo pequeña lo que mejor la definía. Un minúsculo fregadero y un microondas enano era todo lo que tenía. Era la versión de bolsillo de los microondas. Una cafetera, un par de tazas desparejadas y otros tantos platos. Descartado el propósito de año nuevo de aprender a cocinar, rió para sus adentros.
La cabaña contaba únicamente con dos puertas. La que daba al exterior y la que te lleva a un exiguo baño. Al menos tenía todo lo que necesitaba. Tener que recorrer parte del campamento para llegar a las duchas no le apetecía mucho.
Se vistió con ropa de abrigo; calcetines, camiseta polar, jersey, pantalón impermeable, cazadora térmica, gorro y guantes. Debajo de tanta capa imposible adivinar curva alguna.
Por delante tenía seis meses de estudio de la geografía del parque. En pleno mes de enero todo estaba cubierto de una capa blanca. A esas horas de la mañana estaba precioso. La lechosa luz no permitía delimitar muy bien los desniveles. Se subió el cuello de la cazadora y cogiendo aire inició el paseo que le llevaba a la casa común a desayunar y al inicio de su aventura.


Leire Cortaberria


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Diario de un resiliente pasional

     Después del naufragio de mi última relación, decidí construir un dique para contener las aguas bravas, que las mareas sentimentales causan y que destruyen las cosechas del huerto de mi ego. Provocando ¡ Mi ruina en cascada !

     Cambié de vida, no salía de casa, no cogía el teléfono...¡ demasiado silencio ! Mi corazón desconectado, tomó una cuerda, buscó una viga fuerte y accesible, y cogiendo una silla pensó en el fin. ¿QUÉ HACES CHIQUILLO ? ¡NO SEAS EGOÍSTA ! De tener la oportunidad ¿volverías a hacerlo? Te ilusionarías. Como un canto hipnótico, exquisito y placentero, la voz de mi " bienintencionado" espíritu conquistador susurraba en su oído: sucumbe a la tentación ¡ CONQUISTA NUEVOS MUNDOS ! ¡ Encontraremos todo lo que anhelas !

AINHOA MANEIRO


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Diana acababa de llegar a San Sebastián para hacer unas prácticas en la academia de cocina más afamada de la ciudad. Llevaban un año preparándolo todo, esta vez no podrían fallar. Sus jefes habían puesto a su disposición una amplia red de sombras, ojos, oídos y por supuesto, la más sofisticada tecnología. Al anochecer su teléfono móvil vibró y el efímero mensaje que apareció por snapchat iluminó su cara y ensombreció un poco más su corazón. Sabía que lo que tenía que hacer esa noche no estaba bien, pero peor era lo de su confidente Lourdes, que se acostaba con su hermano. Por supuesto que no todo el mundo lo entendería pero le daba igual, como le habían enseñado en la Agencia, la misión siempre justificaba los medios. El texto, en clave por supuesto, decía “Organicemos una orgía a lo Waterloo”. Aquello ponía en marcha la operación. Apenas quedaban unas horas para el día D. Vestida con un mono negro  se fundió en la noche envuelta en una fina y característica lluvia que barría la ciudad. Ágil, se deslizó por el patio trasero, escaló la fachada del edificio. No sin dificultad, desconectó las cámaras de seguridad de última generación, y los rayos laser que había en la sala de acceso. Esquivó a los guardias allí apostados. Se adentró por fin, ya jadeante por la tensión en el laboratorio. Se dirigió a la cámara frigorífica que contenía el preciado tesoro. Esta era su misión número 30, pero nunca le habían presionado tanto desde arriba. No podía fallar. Sigilosa vaciló unos segundos ante la visión de aquél material viscoso, de tonalidad verduzca e indefinible olor. Vertió allí apenas una pizca de un polvo blanquecino cristalizado que traía consigo. Suficiente, pensó y sonrió para sí.
A la mañana siguiente, el fallo del jurado dejó perpleja a la prensa internacional. Contra todo pronóstico el laureado y por decimoséptima vez campeón mundial de pintxos, no repetía triunfo, un incomprensible error de novato. Los jueces coincidían con que se había pasado un poco con la sal.
Diana, observaba oculta al nuevo campeón, por primera vez foráneo de la ciudad. Se sentía agotada, totalmente exhausta, pero a la vez contenta.

                  Iñigo Eguren.

25/11/2015


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CNT1516.03.   CADÁVER EXQUISITO

Mario sacó la guitarra para canturrear una melodía improvisada, todos callaron, jamás hubieran pensado contemplar algo igual, aquel hombre colgaba agarrado a la rama de un árbol, con miedo de caer al río.

La letra de su canción contaba que el problema residía en que no sabía nadar, que de niño no pudo aprender porque pasaba los veranos en un pequeño pueblo de la sierra, donde el agua se reducía hasta ser una gota tan pequeña, que no quitaba la sed a los que andaban por esos lugares.

Todos le oíamos sin entender nada hasta que un hombre salió del grupo, con la boca ensombrecida por la espuma, no cesaba de gritar, su saña le cegaba, llenando su alma de terribles lamentos rechupeteados de miel y sal. Con un puñal afilado se dirigió al cantor y le cortó la mano que tocaba la guitarra, después con un gesto rápido cortó la otra mano que se agarraba a la rama del árbol. Las flores se estamparon contra su frente y rápidamente su canción enmudeció.

Mario cayó al río y todos suspiramos con alivio sabiendo que no sabía nadar. Menos mal que no nos aburrimos con aquel jaleo.
El asesino abandonó la escena del crimen dejando huellas por doquier.

Textos :
El asesino abandonó  la escena del crimen dejando huellas por doquier, su saña le cegaba llenando su alma de terribles
Lamentos rechupeteados de miel y sal, su boca ensombrecida por la espuma no cesaba de gritar
Todos le oíamos sin entender nada. Menos mal que no nos aburrimos con aquel jaleo
Ya que Mario sacó la guitarra y como si de la flauta mágica se tratara, todos callamos para canturrear la melodía improvisada.
Las flores se estamparon contra su frente y rápidamente su canción enmudeció
Jamás hubiera pensado contemplar algo igual, aquel hombre colgaba agarrado
A  la rama del árbol con miedo de caer al río y es que el problema residía en que no sabía nadar, de pequeño no pudo
Aprender, pasaba los veranos en un pequeño pueblo de la sierra, donde el agua se reducía
hasta ser una gota tan pequeña, que no quitaba la sed a los que andaban por esos lugares


Begoña Zanguitu

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