sábado, 19 de febrero de 2011

CNT1011.18: Ensalada de cuentos

CNTO1011.V.18.Xana

En el barrio viejo de Bagdad vivía un matrimonio con su única hija.
Eran pobres pero felices, hasta que llegó un otoño y no encontraron perdices, así que la madre murió de pena, porque adoraba las perdices con salsa de chocolate.
La única posesión que la madre dejó al morir era un espejo, que padre e hija llevaron con gran dolor, a vender al mercado.
Entrando a la izquierda, el puesto de Aladino estaba especializado en espejos, que brillaban sin par, gracias al arte del joven con el trapo.
Cuando cerraron el trato de la venta, el padre y la hija se fueron al restaurante, mientras que Aladino, impresionado por la belleza de la joven, comenzó a frotar el espejo.
Al poco de frotar, salió un genio grande y gordo, que ofreció concederle 3 deseos.
Aladino le pidió el amor de la joven. El genio se lo concedió.
En el segundo deseo, Aladino pidió al genio, que le dijera como hacer para ser feliz.
El genio le dijo que buscara el amor de acuerdo a su sentir gay.
Para el tercer deseo, Aladino fue aún mas concreto:
“Mándame de viaje donde pueda encontrar ese amor”.
El genio le traslado a San Francisco, donde conoció al alcalde, se casaron, fueron felices y, tuvieron el detalle de enviar todos los días, las perdices que sobraban en los banquetes del ayuntamiento, a la bella joven y a su padre.
Lástima que ni a la joven ni a su padre les gustaran las perdices.

CNT1011.V.18.Wendy.01
Caperucita era una niña muy guapa, vestida con una capita roja que comía un lobo cada día y para beber tomaba un zumo de sangre de capitalistas.
Estaba harta de hipocresías y tenía muy mala leche.
Un día BarbaAzul invitó a Caperucita y a su familia al castillo, estaba locamente enamorado de ella. Organizó bailes vascos, cacerías sin animales, … al objeto de conseguir su mano.
Caperucita, hambrienta, aceptó, esperando el momento de la suculenta comida.
BarbaAzul se fue de viaje y le dejó al cuidado del castillo, con todas las llaves. Sólo una de ellas NO podía utilizar.
Caperucita comida por la curiosidad, abrió la puerta prohibida y se encontró con unas docenas de cabezas, que pertenecían a las anteriores esposas de BarbaAzul.
De pronto BarbaAzul entró en la sala y le explicó a Caperucita que su desobediencia le iba a costar un corte de cabeza!
Pero era Nochebuena y sucedió el milagro!!
BarbaAzul intentó cortarle la cabeza pero se dio cuenta de que no podía, que se había enamorado de ella por primera vez en su vida!! Y así fueron felices y comieron perdices vegetarianas!!

CNT1011.L.18.Pott.02
PUGARCITO, EL TRUHAN

Era un niño muy pequeñito y los demá chicos se metían a menudo con él,"chiquitín", "renacuajo", "enano", y al final se quedó con "pulgarcito". Pero en su diminuto cuerpo, fue aumentando el odio a los demás hasta límites insospechados. Aprendió el arte del disimulo y sobre todo el del chantaje.¿ Quien en su niñez no ha sisado unos caramelos?,¿ unas pesetas de la compra? y más tarde lo deja sin más, mientras que para otros no es más que el principio de una carrera siniestra.
Pulgarcito no perdía ninguna ocasión que se le presentaba, así desde muy niño atemorizaba a los demás niños con denunciarles. Cuando copiaban en clase con chivarse a la profesora salvo, que le hicieran los trabajos de clase y además robaran algún juguete para él. Poco a poco fue creando una red que el pequeño chantajista vio crecer y extenderse en base al miedo a ser denunciados por otros que a su vez temían ser denunciados ellos también. el joven pulgarcito estableció un sistema de terror que hizo que los demás obedecieran sus órdenes ciegamente. Que fácil es dejarse seducir por el mal y que díficil sin embargo escapar de las garras que el mal ha tejido.
Una mañana apareció por la escuela un nuevo alumno, el hijo del señor Ogro: Ogrín. Feliz de poder aprender tantas cosas junto a niños de su edad, a los que doblaba en tamaño, pero que a pesar de su aspecto fiero, albergaba en su interior un corazón de oro. Al principio las cosas fueron bien para Ogrín, todos lo querían en su equipo para las pruebas atléticas o que requerían de la fuerza. Hasta que ......un día.....le tendieron una trampa al bueno de Ogrín, dejando como si estuviera abandonado un bocadillo de lo más apetitoso al que no supo decir que no y después de mirar a ambos lados para ver si alguien le observaba comenzó a zampárselo salivando generosamente con la boca. Después del segundo bocado apareció Pulgarcito con dos de sus chivatos y acusaron a Ogín de haberse apropiado del bocadillo de uno de ellos. Pobre Ogrín, su gozo en un pozo, se le encogió el estómago como si le hubieran dado un directo con todas las fuerzas. Cuando comenzó a recuperar la respiración, Pulgarcito le dio la puntilla cuando le dijo que tenía que hacer algunos trabajos para él si no quería que lo denunciara. Al principio, Ogrín realizó pequeñas tareas: robar algunos juguetes, robar algún libro de la biblioteca , etc. Más adelante le obligó a atemorizar a otros niños por su corpulencia.
Pasó el tiempo y el poder de Pulgarcito alcanzó las cloacas del Estado. No se libró ni dios, militares, altas jerarquías de la iglesia, cazadas en prostíbulos de lujo. Ministros que solicitaban pequeños favores que más tarde se volvían contra ellos. Toda una red basada en la acumulación de la información, almacenada en un poderoso ordenador instalado en el cuartel general del pequeño tirano.
Ogrín se convirtió en el subordinado preferido de Pulgarcito. Este le ordenaba los trabajos selectivos para alterar el orden público, provocando altercados que desestabilizaban a la sociedad civil, propiciando las llamadas al orden y a la mano dura por parte de algunos ministros, claro que estos servicios realizados a instancias de estos últimos, tenían un precio, un precio muy elevado por cierto, que religiosamente tenían que pagar al tirano si querían perpetuarse en el poder.
Era un día tranquilo y Ogrín retozaba plácidamente en brazos de una mujer cuando resonó el teléfono .Vio que la llamada provenía del tirano y que le ordenaba que produjera nuevos allborotos en las calles de la ciudad a instancias del Ministro del Interior, ya que en los próximos días se iban a discutir en el hemiciclo los presupuestos de seguridad. Una vez más, a regañadientes, se despidió y se lanzó a la calle. Justo cuando atravesaba una calle del viejo barrio observó como una joven bien parecida lanzaba un cóctel molotof a la comisaría y echaba a correr. Ogrín la siguió y la alcanzó dos manzanas más adelante conminándole a trabajar en la red si no quería ser denunciada. Al mirarla más detenidamente se dio cuenta que era Natacha, a la que antiguamente llamaban Cenicienta, joven rebelde perseguida por la policía y querida por los jóvenes sin esperanza de los barrios marginales, allí donde vivían los que el poder denominaba como " la canalla". A Ogrín le brincaba el corazón con aquella joven de la que tanto había oído hablar, le hubiera gustado seguir charlando con ella pero sabía que eran vigilados por las cámaras que habían instalado los hombres del tirano en toda la ciudad. Natacha, para su sorpresa le dijo que le llevara ante el gran Pulgarcito. Sorprendido le dijo que no tenía ni idea de donde se podía ocultar, en ese momento un coche se acercó hacia ellos y abrió las puertas de atrás, dos hombres del pequeño tirano les ordenaron entrar. Todo estaba oscuro en el interior y no veían a donde los llevaban. Por fin se detuvo el coche y esperaron unos segundos hasta que de nuevo el coche se puso en marcha, Ogrín dedujo que ya habían llegado a la mansión del pequeño tirano. Allí estaba el poderoso criminal que controlaba la casi totalidad del mundo criminal, desde los pequeños ladrones de supermercado hasta los grandes traficantes de droga y los banqueros que les blanqueaban el dinero en esas islas de nombres exóticos, y todos aquellos datos guardados preciosamente en aquel gigantesco ordenador. Allí estaba aburrido, rodeado por sus matones. Algo en su interior se enterneció al reconocer a Ogrin de los tiempos del colegio pero no lo dejo traslucir. Cuando el jefe se dirigió a Natacha para que trabajara e la red ella le dijo que no ante la sorpresa del tirano que amenazó con sacar y hacer pública toda la información que sobre ella tenía. Ella no pudo evitar una sonrisa y le retó a que sacara toda la información que sobre ella tuviera a lo que él, enfadado accedió, se dirigieron hacía el gran ordenador y allí después de haber tecleado las coordenadas precisas comenzó a salir una lista interminable de papel que recogía todas las actuaciones contra el poder realizadas por Natacha. Fue tanto el papel que salió que Natacha pudo hacer un paquete con nuestro tirano, cogiéndole por sorpresa. Entonces como un rayo Natacha se abalanzó sobre las teclas del ordenador y tecleó como un pianista diabólico, en unos segundos y con las ventanas bien abiertas y los ventiladores a tope comenzaron a salir como un diluvio de papeles, así toda la información fue ampliamente difundida y ahora que todo el mundo la conocía no servía de nada.
El tirano cubierto de papeles ordenaba como un loco a Ogrín y todos sus secuaces que la mataran, pero nadie le hacia caso. Al fin y al cabo, porqué? para qué? Si ya no tenía ningún poder sobre ellos ahora que todo el mundo sabía todo de todo el mundo. Ahora por fin se ven liberados de todos los hechos que los comprometían.
Minutos más tarde, la gente vio salir del edificio a un pequeño hombre que lloraba y las gentes se preguntaban quien era aquél hombre y que le habría ocurrido, ¿ porque estaría tan triste?.
Días después en las solitarias playas de las Landas encontramos a Ogrín en brazos de Natacha escuchando atentamente su triste historia, y el calvario al que la sometieron su madrina y sus hermanastras cuando aún la llamaban Cenicienta, y la mira con cariño cuando a ella le brillan los ojos y dice firmemente que nunca nadie, después de aquello, volverá a abusar de ella.


CNT1011.L.18.MMM.02
EL REGRESO DE NATASHA
En lo alto de la colina se veía el edificio iluminado. El salón daba a la amplia balconada decorada con figuras femeninas semiocultas en la vegetación. En los extremos del edificio dos torres acabadas en cúpulas doradas al estilo Rastrelli, destacaban gracias a la iluminación y la claridad que la luna llena prestaba a la noche.

La familia propietaria del palacio era de origen ucraniano y celebraba el cumpleaños de su hijo único, Dimitri. Un joven alto y espigado, de ojos azules de mirada dulce ,y con una melancolía difícil de combatir.

Aquel día, su madre Sonia había cuidado con especial amor todos los detalles . Una cena ligera a base de borch y pescado del Báltico. Todo iba a acabar con música para bailar: valses , valses de Strauss aquel joven tan en moda.

El salón estaba lleno de hermosas jóvenes de la región, todas de rango aristocrático, y de los amigos de Dimitri. Las jóvenes estaban vestidas con tejidos de colores claros, con sedas vaporosas y rumorosas. En el pelo bien suelto o recogido lucían diademas de piedras preciosas o simples flores.

Cenaron en el lado del salón situado debajo del retrato del conde Petrov, almirante de la armada real, Primer conde de la dinastía familiar gracias a los servicios ofrecidos a Pedro el Grande.

Ni que decir que Dimitri deseaba desaparecer, agobiado por la presencia de tanta belleza ,que se dejaba llevar más por la codicia que despertaba su buena situación económica que por el cariño hacia él.

Cuando acabo la cena, vinieron las felicitaciones de rigor, los regalos…Dimitri agradeció todo con estudiada educación , procurando no pasar por alto a ninguno de los invitados.


Estalló la música de los valses llenando el palacio de alegría .Dimitri debía ser el primero en comenzar el baile pero dudaba con quien hacerlo. No se atrevía a dar el primer paso.

Fue justo en aquel momento cuando miró hacia la escalera, allí estaba ella, una desconocida, una joven de mirada inocente que le inspiró una confianza absoluta. Llevaba un vestido blanco ceñido al cuerpo y encima una capa azul celeste. El pelo negro y brillante enmarcaba su rostro de tez pálida . Sonreía dulcemente y parecía algo cansada.

Sin dudarlo un instante Dimitri se acercó a ella y, para su sorpresa, cogiendo su mano con suavidad le llevó hasta el centro del salón.

Allí, como impulsado por una fuerza celestial, empezó a bailar al compás de la música . La joven llevada por él seguía sus movimientos con gracia y suavidad. Dimitri sentía el tibio calor del cuerpo de la desconocida que no se atrevía a pronunciar palabra.

A su alrededor la decepción se podía leer en muchos rostros .Decepción y enfado. Era imperdonable que Dimitri hubiera escogido a aquella humilde muchacha por encima de ellas. Una vez más había hecho honor a su fama: con Dimitri nunca se sabe.

La música continuó y Dimitri parecía hipnotizado por la joven. No hacía el cambio de pareja, algo desacostumbrado y que todo el mundo esperaba.

En el bosque colindante en una cabaña de piedra con techo de paja Petruska , la cuidadora del corral, una anciana de setenta largos años intentaba conciliar el sueño, pero la música le impedía hacerlo. El día había sido muy duro para ella y la noche no parecía traerle el descanso necesario. Se metió dentro de su manta para no oír. Todo inútil. Como no podía dormir, pensaba en su hija , hacía tiempo que no sabía nada de ella. Natasha había huido de la vida miserable que le esperaba. Un día de mercado se fue con un vendedor que había venido de una ciudad cercana y ya no volvió a saber nada de ella.

Ahora se sentía vieja y cansada, y veía que se acercaba el final de su vida. Su única ilusión era ver de nuevo a su hija antes de morir.

Pasó un buen rato hasta que la música se paró y reinó la tranquilidad en el espacio reducido de la pobre vivienda.

En el palacio los invitados aprovecharon el descanso para tomar alguna bebida.

Dimitri dijo a la bella desconocida que iba a traerle un poco de licor. Ella aprovechó el momento para salir corriendo. En su apresuramiento no se dio cuenta de que había perdido la capa.

Cuando bajó las escaleras se fue corriendo al bosque y allí se escondió. Desde su escondite pudo ver como Dimitri bajaba con la capa en la mano y miraba con extrañeza a su alrededor y no viendo nada volvió a subir.

Natasha sintiéndose a salvo analizó lo que había ocurrido. Había llegado de noche en la carroza que traía un médico para atender al abad del monasterio de Rostov , a dos vertsas del palacio. El abad estaba gravemente enfermo y ella , con el pretexto de que tenía que llevar un mensaje urgente a palacio, y haciendo uso de su influencia como modista que se encargaba del vestuario del convento de Kazán, consiguió con facilidad que le admitieran como segunda pasajera.

De esta manera pudo volver al palacio a reencontrarse con su madre. Antes de verla quiso preguntar acerca de ella y en cuanto bajó de la carroza donde venía, se dirigió al lugar que estaba iluminado, el salón. Dejó su bolsa al pie de la escalinata, para que su presencia fuera más discreto y subió rápidamente. De esta manera, muy a su pesar se vio envuelta en la fiesta.

Ahora estaba ya a salvo. Su pequeña maleta seguía allí, donde la había dejado.

Salió del bosque, la cogió , volvió de nuevo y tomó el camino que llevaba a la miserable choza que había sido su hogar.

Cuando llegó puso el oído junto a la puerta. Gracias a Dios su madre estaba viva, la oía respirar. Pronto amanecería y entonces cuando despertara llamaría suavemente y el encuentro se produciría. ¡Qué alegría , después de tanto sin verse!.

Mientras tanto Dimitri subió a su habitación y guardó la capa en la mesilla derecha dispuesto a remover cielo y tierra para encontrar a aquella muchacha, que por cierto empezaba a resultarle algo conocida.

Fue así como se encontraron de nuevo madre e hija , una fresca mañana de verano cuando el gallo cantó . Natasha pasó aquel verano junto a su madre , teniendo buen cuí-dado de pasar desapercibida, y ,cada día, contaba a su madre una anécdota diferente de los años que había pasado fuera de allí. Un leñador que estuvo aquel verano cortando troncos en aquella parte del bosque solía comer con ellas y las escuchaba.

Cuando terminó el verano el leñador volvió a su pueblo y dicen que pasó el invierno contando aquellas historias, algo cambiadas y más fantaseadas. Un niño que las escuchó que se apellidaba Grimm las solía escribir en un cuaderno que tenía , e hizo de algunas dos , tres y hasta cuatro versiones. Tenía un hermano que escribía con muy buena letra, y se las pasó a limpio las que ellos consideraban mejores . Estos hermanos se convirtieron en unos famosos cuentistas y gracias a ellos los niños se libraron de los aburridos libros religiosos que les habían leído hasta entonces, de manera casi exclusiva, y empezó para ellos una época diferente en la que podían vivir el mundo de la fantasía, mucho menos aburrido que el mundo real.



CNT1011.L.18.ANAE.01
En un pueblo pequeño y lleno de encantos como tantos otros, vivían Tina, con sus dos hijas, y Xori prima de las dos niñas que tambien vivía con ellas desde que los padres de la niña murieron. Xori era muy agraciada, porque además de ser bonita, era tambien alegre como unas castañuelas, y todo eso a pesar de su vida y de lo mal que le trataban aquellas dos primas y su tia. Estas además de ser con ella, desagradables y unas malonas de verdad, le cargaban con todo el trabajo que ellas no querían hacer, y se pasaban el día paseándose, esperando encontrar un novio, pero eso resultaba muy difícil porque eran de un feo que daba susto, tenían los dientes salientes hasta impedirles cerrar la boca, los ojos saltones como sapos y las piernas tan torcidas que ni hechas por encargo podían tenerlas peor, además de otro sinfín de cosas, en las que no merece la pena perder el tiempo.
A Xori todo su trabajo y el trato que recibía afortunadamente no le hacía perder el humor y las ganas de cantar, pues era muy cantarina, y además sabía que tarde o temprano todo aquello acabaría.

Como cada día, sus primas y su tia iban a pasar la tarde a la ciudad y ella aprovechaba para ir al campo a dar un paseo, que era lo que más le gustaba, y como siempre intentaba descubrir nuevos caminos, paisajes y animalillos, que eran sus mejores amigos. Un día se encontró con tres cerditos, que alli en un sitio muy acogedor estaban trabajando cada uno por su lado.

- Que estás haciendo? - le preguntó a cada uno de ellos.
- Una casa, queremos estar calentitos cuando llegue el mal tiempo.
- Y… porqué no haceis una para los tres.
- Porque por más que hemos discutido no nos hemos puesto de acuerdo.
Ella no entendía de esas cosas, pero le parecía que aquellos cerditos tampoco sabían como hacerla.
Cuando estaban un poco cansados se sentaron a merendar y conversaron con Xori. Ella les dijo que le parecía que tenian que pedir ayuda, si no querian trabajar en balde. Cuando estaban charlando tan tranquilos, Xori vió a lo lejos algunos animales de color muy oscuro y bastante grandes que se acercaban, y le entró mucho miedo.
-Mirad, ¿habeis visto eso?, ¿que son? Parece que vienen hacia aquí.-dijo muy asustada.
- ¡Ah! No te preocupes, son los lobos que a menudo se pasean por aquí, pero suelen traer la tripa bien llena, no nos haran nada.
Los lobos, que eran cuatro, no habian visto los trabajos que estaban haciendo los cerditos y se quedaron mirando, intentando adivinar de que se trataba. Cuando les dijeron que intentaban hacer tres casas uno para cada uno, los lobos no se pudieron contener, y comenzaron a reirse de tal manera que casi no podian respirar, y sin poderse despedir se fueron de allí, mientras los cerditos les veian carcajeándose hasta que desaparecieron.
Xori tuvo que irse corriendo, se le habia hecho muy tarde, justo llegó un instante antes que ellas y pudo salir del apuro. Los tres cerditos esa noche, no pudieron dormir.
Al día siguiente al amanecer aparecieron a lo lejos los 4 lobos, dispuestos a pasárselo de lo lindo, como el día anterior, y los tres cerditos estaban allí pasmados y no sabian que hacer.
Los lobos no dejaban de tomarles el pelo, y aunque uno de ellos se atrevió a pedirles ayuda, ya que eran bien fuertes, ellos no tenian ninguna intención no estaban acostumbrados a trabajar, ni siquiera se molestaron en contestarles. Así pasó entre bromas y risas la mañana, y los cerditos acabaron avergonzados de verdad. Como siempre a primera hora de la tarde apareció Xori, y vió que todo estaba igual que el dia anterior.
La niña que era muy sensata, les propuso pedir ayuda y herramientas para hacer entre todos una gran casa. A los primeros que pidió fue a los lobos. Fue tan clara, utilizó en su forma de hablarles tanta contundencia , les ridiculizó tanto por tan fuertes que eran y tan vagos al mismo tiempo y otras tantas artimañas, que los cuatro bajaron la cabeza avergonzados y tuvieron que aceptar colaborar con ellos. Pidieron a sus vecinos herramientas y otras cosas que necesitaban y se pusieron manos a la obra. Los lobos no estaban muy convencidos pero no se atrevieron a echarse para atrás y no les quedó más remdio que seguir hasta el final.
Mucho tiempo tardaron y trabajaron muy duro, pero antes que llegara el invierno tuvieron su hermosa casa terminada.
Cuando Xori la vió terminada, ella y todos se preguntaban para quien iba a ser aquella casa que en principio había sido idea de los tres cerditos, pero pronto se pusieron de acuerdo pues tenian sitio para todos, incluso para Xori, y asi se fueron a vivir todos juntos y contentos.


CNT1011.V.18.MELGA.01

Con motivo del cumpleaños de la ratita presumida, se organiza en el bosque una gran fiesta. Para esta ocasión la ratita se acicala y se compra un lacito rojo para adornar su rabito, porque le ha llegado el momento de elegir pareja entre todos sus amigos.

Hay un gran alboroto entre todos los pretendientes, esperando ser los elegidos. Van pasando de uno en uno y se van declarando a la coqueta ratita, ella va dando calabazas a los que tienen sonido más estridente porque es muy dormilona y miedosa.

Quedan dos finalistas, la tortuga y la liebre que son los que resultan más simpáticos y silenciosos.

Para decidir quién será el vencedor se organiza una carrera, y la liebre que es más veloz, sale rauda a la meta, pero de repente al ver un árbol, decide sentarse y descansar un poco, viendo la gran distancia que le llevaba a la pobre tortuga que lentamente iba caminando sin detenerse.

La liebre se sentía tan a gusto que se quedó dormida y cuando despertó al oir los vítores de todos los animales, vió que la tortuga había llegado a la meta, y sus esperanzas de triunfo se desvanecieron.

La ratita fue a saludar a la tortuga y darle la enhorabuena por ser la vencedora y se acercó y le besó y ¡ocurrió el milagro! Con el beso, la ratita rompió el hechizo que una bruja le había hecho, cuando un día se encontró en el bosque con el príncipe que iba a caballo, y como no se quiso casar con su hija, lo convirtió en tortuga.

La ratita del susto al encontrarse con el príncipe se desmayó, y el apuesto príncipe en agradecimiento, le cuidó y se la llevó a palacio para que disfrutase de todo el lujo y bienestar que ella nunca había tenido y con ese acto de amor, se lo había merecido.


CNT1011.V.18. Pedro 01
Una tarde de verano Casilda que era una ratita muy hacendosa, estaba ordenando la casa de su abuelita que estaba enferma y se encontró en el fondo de un cajón una moneda de oro, que la guardó rápidamente en su bolsillito.

En un centro comercial próximo se compró un lacito rosa y se lo colocó en su cabeza. Estaba tan guapa que todos los animalitos del bosque la querían como esposa.

Casilda ante este éxito inesperado, sin pensarlo mucho eligió como finalistas a la liebre y a la tortuga, que eran los que tenían un tamaño más próximo al suyo. No obstante, les permitió escoger la competición para decidir al ganador.
La liebre que era más rápida mentalmente propuso una carrera pedestre a través del bosque, la tortuga más lenta a todos los niveles se tuvo que callar.

La expectación era enorme, incluso llegaron animalitos de otros bosques cercanos, los apostadores se inclinaban claramente por la liebre.

Y empezó la carrera, la liebre partió a toda velocidad entre los vítores de sus apostantes, mientras la tortuga inició el recorrido con su paso lento pero constante.

Al poco rato, la liebre pasó por delante de un Bingo y viendo que su ventaja era enorme, se dijo “Hoy es mi día de suerte, no solo me voy a casar con la ratita sino que además el hada de los cartones me tocará con su varita mágica”.

Así pues, mientras nuestra liebre peleaba con la suerte, a veces esquiva y otras favorable, la tortuguita siguió avanzando a su ritmo hasta llegar la primera a la meta entre la sorpresa y las aclamaciones del público.

La ratita sorprendida por este inesperado resultado, ya que en el fondo prefería a la liebre porque era más suavecita, y como no podía defraudar a los reunidos, se resignó a aparearse con la tortuga. Entonces dignamente besó al vencedor y ¡Oh sorpresa! Este se convirtió en un guapísimo príncipe azul con todos los ropajes y plumeros dignos de su alcurnia.

Al principio la ratita se quedó paralizada, pero su siguiente reacción fue huir chillando despavorida, así como hicieron los demás animalitos. El pobre príncipe se quedó solo en medio del bosque y algo confuso lo abandonó, yéndose a refugiar en el vino de una posada cercana.

Y os preguntaréis ¿Qué se hizo de la liebre? Pues salió muy contenta del Bingo ya que había ganado muchas moneditas, y cuando le contaron lo que había pasado, exclamó “ La verdad, la ratita no era mi tipo”

CNT1011.L.18.MMM.01
Aquel parecía un día especial para la madre de Caperucita, se acicalaba, se rizaba el pelo y se pintaba los labios de rojo vivo .Mientras caperucita veía su película favorita de terror.

En la cestita te he dejado la comida para tu abuelita y el GPS por si te pierdes.

Caperucita , sin dejar de protestar, cogió todo el equipo y andando, andando campo a través llegó a un lugar cerca de un río, iluminado por una luz tenue.

-¡Qué casa tan extraña¡ ¡Parece la casa de los Monster¡.Me gustaría saber lo que hay dentro.

Se acercó a una de las ventanas y vio a una joven morena de formas rotundas, atada a una silla, casi desnuda y con señales de violencia.

Asustada, echó mano de su móvil para llamar a sus siete amigos del barrio a quienes indicó exactamente el lugar en el que se encontraba y el motivo de su llamada.

- Situación urgente , río Urumea, segunda curva a la derecha. Necesito vuestra ayuda. Mujer secuestrada y maltratada- Esto fue lo que transmitió también a través del mensaje acompañado de un pequeño fragmento de música de terror.

La respuesta no se hizo esperar , los siete amigos en su papel de héroes dispuestos a ayudar a la colega Caperucita salieron como alma que lleva el diablo tras Jon, gran conocedor del terreno.

Pasados unos minutos ,eternos para Caperucita ,que no dejaba de mirar hacia el lugar por donde suponía vendrían sus amigos ,ELLOS hicieron su aparición con el rostro algo desencajado de quien se prepara para una situación limite.

Ya junto a ella vieron al secuestrador y su víctima , la joven . Sin hacer ruido y en voz queda, convinieron la estrategía a seguir, fuertemente inspirados por el final de algunas famosas historias.

Caperucita gritó y gritó como una posesa, ni la mejor de las sopranos pudiera haberlo hecho más alto. El secuestrador salió y recibió golpes por todos los lados , como un saco de boxeo ; hasta que cayó al suelo dando alaridos de dolor.

Caperucita desató a la mujer, y salieron todos corriendo dejando al secuestrador en el suelo preguntándose qué había pasado y sin fuerzas, ni ganas , de seguir tras ellos.

Al día siguiente todos fueron la estrella de los diferentes noticiarios y en Navidades de aquel año se vendieron millones de libros, con versiones diferentes, y en tantos idiomas que no nombrar puedo , de esta pequeña historia de final feliz con personajes que todos conocían por haber aparecido en cuentos ya conocidos.

Y colocón tras colocón nada me dejo en el melón hasta la próxima función.

CNT1011.L.18.Pott.01
EL ALCALDE MOLON

Se acercaba la hora de decidir el futuro del bosque de Sorgintxulo, lugar que casi todos los miembros de la comunidad conocíamos a fondo. En el tuvieron lugar los primeros juegos, las primeras aventuras, los primeros besos…..
El alcalde Molón, buen chico y bien criado también lo conoció en su juventud pero apenas tenía recuerdos de él, así que decidió darse una vuelta por el bosque enfundado en un chándal y con un gorro que le cubría la cabeza para que nadie le reconociera.
Llegado al bosque, su primer encuentro le sobresaltó: una descarada Caperucita Roja se insinuaba sin ningún rubor a un inocente lobo. Ante su indiferencia, trató de seducirle con las ricas viandas que llevaba a su abuela, aun joven. Ante el nuevo rechazo del inocente lobo, que había sido educado con sólidos principios, Caperucita, sin cortarse un pelo, le propuso directamente “un menage a trois”. No se si por su notoria inocencia, por su deseo de aventura o por ese vocablo tan atractivo “menage a trois”, el joven lobo accedió ante el estupor de nuestro buen alcalde Molón que salió corriendo despavorido ante lo que había visto.
Cuando , por fin, se detuvo para tomar un respiro, se apoyó en un árbol, al tiempo que escuchaba un coro de voces cantar: AIBON, AIBON, cantando a trabajar, larilalo, larilalo……., hasta que entre las voces graves y agudas del coro asomó una cálida voz de mezzosoprano que le embrujó. Asomándose por un lateral, del grueso árbol, pudo observar a una hermosa joven que retozaba placenteramente entre un grupo de enanitos, a los que besaba y acariciaba dulcemente. Se podía palpar en el ambiente un aire de sosiego y felicidad, hasta que de pronto, salido de entre el follaje apareció un príncipe seguido de varios soldados, que con muy malos modos, como es habitual entre los poderosos, ordenó a su tropa que atraparan a la joven y la llevaran al castillo para la fiesta, que esa noche iba a tener lugar . Los soldados no tuvieron ninguna piedad con los enanitos , que trataron de oponerse pero fueron brutalmente arrollados, arrastrando a la joven con ellos.
Dios mío!!! Gritó Molón, esto es el parque de Sorgintxulo!!! Horror!!!!, y sin apenas haberse recuperado, escandalizado por lo que había presenciado continuó su camino, hasta que chocó con una vivienda pequeñita, construida con adobe y paja. Cercana a ella había otras dos viviendas, una de madera y otra más sólida, construida con ladrillos. Rápidamente observó que en las dos primeras casitas vivían dos cerditos a los que solo les interesaba: al primero, la poesía y la búsqueda de las palabras, al segundo, la música y la interpretación de varios instrumentos , la vida bohemia , en una palabra, LA FIESTA.
Sin embargo, un poco más adelante se encontraba la casita construida con ladrillos por el hermano mayor que con gesto adusto daba órdenes al jefe de seguridad de su propiedad, un fiero lobo con pinta de alucinado. No se si por recibir órdenes de un cerdo mafioso o por el peta de maría que estaba fumando.
El alcalde Molón no daba crédito a lo que estaba viendo. ¿En que se había convertido aquél bosque de Sorgintxulo? Un horrible lugar donde imperaba la mafia, el sexo y la droga. NO!!, NO!! Y NO!!!, se dijo para si. Tendrían que pasar por encima de su cadáver, gritaba con el rostro desencajado.
Hasta que…., hasta que…Sr. Alcalde!, Sr. Alcalde! ,le susurraba una secretaría al oído. Se despertó sobresaltado como si hubiera tenido una horrible pesadilla. Se ajustó las gafas, sorbió un poco de agua y preguntó: ¿ diga Adela, que es lo que quiere?
Adela le mostró el dossier del bosque de Sorgintxulo, recordándole que tenía que tomar una decisión sobre la futura urbanización en dicho bosque para la construcción en él de dos centros comerciales, con sus respectivos parking, 1250 pisos, , un centro de ocio para los jóvenes ,un cuartel para la Ertzaintza, la Iglesia y una plaza de toros.
Impertérrito, secándose unas pequeñas gotas de sudor, provocadas por esa pesadilla, al Alcalde Molón no le tembló el pulso cuando firmó la creación de un nuevo bosque de aluminio y cemento, la defunción de un bosque que albergaba miles de secretos y de sueños.
ARRASENME ESTE BOSQUE, YA.!!!!!!!

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