martes, 15 de marzo de 2011

Cuentos de Pott

LA AVELLANA

Todo comenzó con una pequeña confusión. Siempre me había gustado mucho contar hechos que me habían ocurrido a mí o a personas de mi entorno. Buscar las palabras adecuadas, el tono, el suspense, el desenlace.
Cuando vi la posibilidad de asistir a un curso sobre narración de cuentos me apunté rápidamente a la búsqueda de técnicas e instrumentos que mejoraran la calidad de mis relatos. Además, en poco tiempo iba a ser abuelo por partida doble.
Pronto me di cuenta que me había equivocado. No se trataba de narrar cuentos sino de elaborarlos, crearlos. Sentí un escalofrío, la idea de emborronar unas cuartillas me llenó de inquietud, aunque supe disimularla bastante bien en presencia de los demás.
Todo fue bien hasta que la profesora nos dijo que a la semana siguiente debíamos volver con un cuento escrito. HORROR !!!, me dije. Y a continuación dejó caer la bomba; tema : la AVELLANA.
¿ Que se puede decir de una avellana? Dios mío!!! Mi inquietud se convirtió en un tremendo malestar, no podía apartar de mi cabeza a la maldita avellana. Avellana, avellana, avellana, retumbaba en mi interior.
Una vez en casa , cenando junto a mi esposa sentía que me hablaba pero no comprendía nada de lo que me decía. En mi cerebro solo había una avellana, y no podía deshacerme de ella.
Al acostarme mi ansiedad seguía en aumento. Me volvía, me retorcía en la cama. En un momento me vi en el interior de una caja de cristal herméticamente cerrada junto a una avellana que crecía y crecía mientras yo trataba de buscar una escapatoria.
A través de los cristales veía al resto de participantes en el curso. Les gritaba pidiendo socorro, que me ayudaran a salir de aquella pesadilla, pero su única respuesta era la indiferencia.
La avellana seguía creciendo a pasos agigantados, como la ansiedad y el desasosiego que me invadían. El aire era cada vez era mas escaso, estaba apunto de estallar cuando repentinamente: RINGGGGGGGGG, sonó el despertador.
Me desperté sobresaltado, sin saber muy bien donde estaba. Poco a poco, en la tenue luz de la mañana comencé a vislumbrar mi habitación y a mi lado Elena que bostezaba.
Sentí que un ligero temblor recorría mi cuerpo. Traté de serenarme, No entendía nada de lo que me estaba ocurriendo, no recordaba nada, solo sentía un gran malestar.
Me di una ducha rápida con el agua bien fría, me dirigí a la cocina fresco como una lechuga, me senté, me serví unos cereales. Ah qué hermoso día. Justo cuando iba a tomar el primer bocado, mi esposa me preguntó si quería probar unas avellanas que su hermana le había traído el fin de semana.
No se que me ocurrió en ese momento. Algo dentro de mi empezó a protestar, una oscura sombra se fue apoderando de mi interior mientras el sudor cubría mi cuerpo.

SHOSTAKOVITCH
Concierto nº 2 mov .2º

Amanece, desde mi ventana observo el magnífico espectáculo de la naturaleza, la escarcha reposa en el césped mientras la niebla dibuja su cara nostálgica sobre el campo dejando entrever sus bosques.


Hace fresco y me cubro con una pequeña manta mientras enciendo el fuego de la chimenea y oigo el suave crepitar de las llamas.

Asoma su cara el día con las nítidas notas de un piano que te trasladan a los momentos tiernos de tu vida, evocando lo que fue y lo que pudo ser, arrancándote una ligera sonrisa, al tiempo que te sumergen en una dulce melancolía, mientras un futuro de esperanza comienza a dibujarse en las notas finales del piano.

TRAZOS DE UNA CANCIÓN

Suenan las primeras notas mientras los observo. Ella firme y serena, él indeciso y tímido, apenas se atreve a mirarla. Su turbación atrae la mirada de ella, que se aproxima. Él apenas puede balbucear unas palabras mientras su corazón se desboca. Aquella diosa frente a él, atenta , devorándole con sus hermosos ojos verdes, y él, tan tímido, no se atreve ni a mirarla, cuando brotan las notas más claras de mi canción. Unos muros vencidos por la ternura, mientras unas miradas cómplices se entrecruzan.

Han pasado las primaveras, las notas de mi canción se repiten cansinamente y al cabo del tiempo los he vuelto a ver. Ella con un aire abatido y el brillo de sus hermosos ojos apagados , él , aquel joven al que en su tiempo y junto a ella le brincaba el corazón , se le aceleraba el pulso y apenas se atrevía a mirarla, ahora ya , ni se ruboriza cuando la mira , ahora…….cuando la mira…….ahora…. NO LA PUEDE NI VER.

ENSOÑACIÓN

Son las diez y media de la mañana , tres horas ya , desde que se ha despertado, realizando el ritual cotidiano de una manera mecánica, ducha , desayuno, despedida y al colegio. Hace hora y media que está en clase y ya se acumulan en su cabecita las cifras, las letras y las fechas. De repente, siente como si flotara, que su mente viaja, trasladándole de la tundra siberiana a los Mares del Sur, desde las cumbres nevadas del Himalaya a los bosques Amazónicos. Una sonrisa de felicidad inunda su rostro, hasta que de pronto siente que le zarandean y le tiran de la oreja, mientras resuena su nombre de forma airada: Hegoa!!! Hegoa!!!, donde estás!! Aquí hemos venido a trabajar!!! No a soñar!!.
Trata de decir algo, pero el profesor lo arrastra hasta el estrado, mientras repite: Hegoa, no sé donde tienes la cabeza, siempre soñando con los pajaritos, y a saber en que lugar!!!! YA BASTA!!!!!!
Hegoa mira ante si y ve las risas y el alboroto entre los “pelotas” y los brillantitos de la clase , siente la indiferencia de otros y la solidaridad y la sonrisa cómplice de algunos soñadores, justo cuando un rayo de sol penetra por la ventana y dibuja un hermoso Arco Iris de felicidad entre las gruesas lágrimas que han brotado de sus ojos,


BIXEN

Bixen nació diferente, nadie en aquella familia entendió la desgracia que les había tocado en suerte. Un hijo con el síndrome de Down. ¿Que horrible pecado habían cometido?. ¿Porqué semejante castigo?. Al principio trataron de ocultarlo, no lo sacaban a la calle. Los vecinos preguntaban a sus padres y a sus hermanos: ¿ que tal el hermanito?, ¿que tal el hijo?, y no sabían que responder, avergonzados como estaban. Con el paso de los días y un enorme sufrimiento, que les carcomía por dentro, decidieron afrontar la realidad sin enmascararla. Fue duro, muy duro, afrontar aquellas miradas, aquellos murmullos, pero siguieron adelante, sin mirar atrás.
Pobre Bixen, sus inicios en la calle, con los otros niños no fueron fáciles. Cuantas bromas, cuantos oscuros deseos que no se atrevían a llevar a cabo los otros niños se los hacían realizar al bueno de Bixen, aunque a él todo le parecía maravilloso.
Fue la novedad y durante un tiempo se convirtió en la atracción del barrio. Dio que hablar a las comadres del lugar, se convirtió en la curiosidad de los jóvenes y en presa fácil de las bromas del resto de los niños.
Pasó el tiempo, pasaron las bromas, pasó la curiosidad y pasaron los comentarios de las comadres. Sin darnos cuenta Bixen era uno más entre todos nosotros, siempre amable con los mayores, siempre dispuesto para jugar con el resto de los niños y siempre aterrado ante la enfermera cuando iba a vacunarse, dejando escapar gruesas lágrimas que desarmaban a todos los presentes. Después con unas carantoñas y un caramelo volvía la sonrisa a su rostro y con aquella mirada límpida cargada de inocencia nos conquistaba a todos.
Fue con él que aprendimos el nombre de esa enfermedad, fue con él también que aprendimos el cariño del que da sin esperar nada a cambio y hoy podemos decir que una pequeña parte de él ocupa nuestros corazones .



26 DE ABRIL DE 1937

Era un día especial, camino de la escuela vieron todo el movimiento que generaba la preparación del mercado semanal. Los baserritarras de los alrededores acudían con sus productos al centro de la villa, con la esperanza de realizar unas buenas ventas. El ambiente era bullicioso, entre los baserritarras , pastores, apicultores, ganaderos y algún quincallero.
Para Miren y Xabier era un día más de clase, repitiendo la tabla de multiplicar y viajando por la Geografía cercana de montes y ríos. Esperando el recreo para que Miren pudiera jugar con sus amigas a la cuerda y Xabi correr tras el balón junto a sus amigos.
Al mediodía fueron a comer a casa y al pasar frente al mercado, vieron que , en contra de lo habitual, los baserritarras estaban recogiendo todos sus enseres.
Al llegar al hogar, mostraron ante su amatxo, la extrañeza que les causó ver lo poco que ese día iba a durar el mercado. Su madre les comentó que había una orden de la alcaldía para clausurar el mercado al mediodía ante el temor a nuevos ataques aéreos tras el bombardeo de Durango.
Después de comer se dirigieron de nuevo hacia la escuela, deteniéndose algunos minutos para observar uno de los tres refugios antiaéreos que se habían construido tras el bombardeo, un mes antes, de Otxandiano. Al fin llegaron a la escuela y en el patio , antes de entrar a clase, Xabi jugueteaba con un pedacito de madera en la mano , que hacia de pistola, persiguiendo a falangistas mientras Miren le reprendía cariñosamente.
Eran alrededor de las 16,30 cuando salían al recreo y comenzaron a sentir como un zumbido que venía del cielo y se acercaba por el Sur, Brrrrrrr,brrrrrrr, que poco a poco se fue transformando en un BROUM, BROUM, BROUM….,hasta que el cielo se cubrió de aviones amenazantes. Una vez encima de la villa , de sus vientres salieron las bombas que sembraron el dolor y la muerte. El infierno se desató en las calles cuando, además de las explosivos, dejaron caer tres mil proyectiles incendiarios de aluminio. Los gritos, los llantos, la rabia, la desesperación, la impotencia se hicieron uno. Los niños corrieron espantados en dirección a los refugios, resguardándose bajo sus gruesas paredes de hormigón, mirándose inquietos por la suerte de sus seres queridos. Xabi preguntaba a Miren incansablemente , como solo los niños saben hacerlo, por sus aitas. Miren trataba de calmarlo a pesar de estar ella misma aterrada por los acontecimientos,
Todos pensaron que duraría unos minutos pero fueron tres largas horas que se hicieron interminables. Hacía las 19,30 dejaron de oír las explosiones y pudieron salir todos del refugio. Al salir a la luz el espectáculo era dantesco, el fuego y el humo cubrían la villa. Caminando deprisa hacia casa, Xabi perdió su zapato, pero siguió caminando. Cuando Miren se percató de la perdida, se volvió hecha una furia, zarandeando a su hermanito, cuyos grandes ojos le miraban sorprendidos y aterrados, con la misma mirada que horas antes había dirigido hacia los aviones que bombardeaban la villa. Pobre Xavier, desconsolado, sintió sus mejillas húmedas y en la boca el sabor salado de las lágrimas.
No había tiempo para sentimentalismos, Miren le arrastró con ella camino del hogar. Pocos minutos después pudieron ver su casa arrasada, solo unas pocas piedras de los muros laterales quedaban en pie. Todo era desolación, se quedaron quietos, sin palabras, llorando su pena. Ningún superviviente, aita, ama y amama desaparecidos para siempre. Estaban cabizbajos y mudos cuando un grupo de milicianos, los recogió y los trasladó a la estación junto a otro de niños para dirigirlos hacia Bilbao. En el tren Xabier vio a Iñigo, compañero de clase, y se alejó de Miren dolido todavía por la bronca que le había echado por la pérdida de un triste zapato. Cogió asiento junto a la ventana y miraba el paisaje como ausente. Iñigo le hablaba y el apenas le escuchaba. No hacía mas que pensar en que nunca más tendría las caricias de amatxo ni el bizcocho y los cuentos de amama, ni los poderosos brazos de aitatxo que lo voltearan por el aire. Luego, los nervios la angustia, el cansancio hicieron mella y Xabier se quedó dormido.
Al llegar a Bilbao, los metieron en camiones para llevarlos a los muelles, todo fue muy rápido y cuando Miren quiso recoger a Xabier, era demasiado tarde. En un momento ella creyó verle subir a uno de los camiones, quiso correr pero en aquel caos fue imposible y aunque gritó desesperadamente, nadie le prestó atención, mientras veía como se alejaba hacia los muelles. Algo en su interior se desgarró y le vino a la cabeza, la bronca que le había echado por la pérdida del zapato, y como su orgullo no le había permitido pedirle perdón. Ahora le veía alejarse y su corazón se partía en pedacitos.
Poco después, la recogieron junto al resto de niños y los metieron en camiones. Ella pensó que alcanzaría a su hermano en los muelles del puerto de Bilbao, pero pronto se dio cuenta que su camión se alejaba de la ciudad, horas mas tarde llegaban a Santander. Bajaron de los camiones y se instalaron en unos pabellones junto al mar, había que esperar. Mientras tanto Miren no dejaba de pensar en su hermanito y en lo injusta que había sido con él. Se sentía tan sola!!! Un poco más tarde escuchó a un grupo de niños hablar en su lengua, el euskera, se acercó a ellos en el momento que comentaban el que parecía ser su destino: Southampton. Ella preguntó por el destino de los niños que partían de Bilbao, nadie le supo contestar. A los pocos días les trasladaron a las Islas Británicas
Miren fue acogida con mucho cariño por una familia pero las dificultades y la ausencia de su hermano hicieron que no guardara un buen recuerdo de su estancia en las Islas. A los tres meses un representante del Gobierno Vasco les propuso partir hacia Méjico, donde residía una comunidad vasca importante. Una vez más cogieron un barco para atravesar el ancho mar. Por fin arribaron a la ciudad de Méjico donde fue acogida por una familia originaria del Baztán. Miren se integró muy bien en la nueva familia y en la nueva sociedad , pudo estudiar y licenciarse en la Universidad, pero todos los que la conocían sabían que tras su mirada se ocultaba una pena inmensa. No tenía que pensar en el pasado porque el pasado estaba presente cada instante , cada día, en su interior y no podía deshacerse de el.
Una vez finalizados sus estudios decidió ir a Paris. En la ciudad de las luces, lo primero que hizo fue presentarse en la sede del Gobierno Vasco en el exilio, para recabar información sobre el paradero de su hermanito. Allí después de realizar las pesquisas consiguientes le comunicaron que Xabier fue acogido por la Unión Soviética, pero que no sabían de su paradero.
Infatigable al desaliento, después de haber esperado tanto tiempo, Miren se acercó hasta la embajada de la URSS, donde una vez que le hubieron escuchado le pidieron unos días para averiguar lo acontecido en aquellos años convulsos. Le citaron siete días mas tarde. Pasada la semana, un funcionario fríamente le comunicó que Xabier falleció en la batalla de Leningrado, cuando la ciudad fue sitiada por las tropas alemanas y la División Azul española, para hacerla perecer de frío y hambre. Xabier falleció al principio de la contienda, su frágil cuerpo no pudo resistir las temperaturas de 50 grados bajo cero que sufrió la ciudad en el invierno de 1941. Miren cabizbaja, fue a abandonar el despacho cuando el funcionario la interpeló de nuevo, rogándole que volviera e invitándola a sentarse, le leyó fragmentos del informe sobre Xabier. En ellos destacaba sobre todo un pasaje que llamó la atención, tanto de sus profesores como de sus padres adoptivos, y es que durante los cuatro años que residió en la ciudad, nunca se quiso separar de un pequeño y viejo zapatito con el que llegó a Leningrado y que aún hoy adorna su tumba.
Las lágrimas pugnaban por salir de sus ojos cuando Miren abandonó la embajada para dirigirse rápidamente a las oficinas de Air France, donde solicitó un billete para San Petersburgo .

SAN VALENTIN

Hoy es un día especial, he bajado en el ascensor con Kontxi, vestida con un vestido elegante y que emana un perfume fresco con un ligero aire dulzón. Entre dientes tararea una canción y me confiesa con una sonrisa pícara que esta noche es su gran día.
En la calle le espera Enrique con aire serio, pero que no puede ocultar su devoción al verla tan radiante. Sus ojos brillan tras la máscara de seriedad y sin aliento, le confiesa al oído: de entre todas sigues siendo la más guapa, mi amor.
Ella desliza sus dedos dentro de su mano y todo su cuerpo tiembla de emoción mientras caminan en dirección al mar. En el restaurante, en una mesa reservada, mirando al continuo ir y venir de las olas mientras el cielo va cambiando de tonalidades, hasta que se oculta el sol, han tomado un lenguado meuniere acompañado de unas patatitas cocidas, regado con un fresco y aromático sauvignon blanc.
Cuando el camarero se acerca para preguntarles si desean algo más, Kontxi no se puede contener y pide un ganache de chocolate negro con una ligera salsa de naranja mientras sus ojos chispean y añade mirando al camarero que traiga unas copas de champán porque hoy celebran su boda. Enrique sonríe mientras la mira con ternura y pide una sopa de frutos del bosque con un helado de vainilla.
Ya en la calle rezumando felicidad como chiquillos, amándose como solo los chiquillos saben amar vuelven caminando de ese largo viaje que han emprendido unas horas antes, el día de su boda, de su boda de…….DIAMANTE.

NUESTRA ABUELITA LA ARAÑA

Al principio de los tiempos todos los seres vivían en los bosques, donde encontraban todo lo necesario para ser felices. Era el período en el que todos los seres hablaban el mismo lenguaje.
Hasta que el espíritu maligno decidió robar el sol y esconderlo en el interior de una caja especial que había preparado en el interior de la tienda que había instalado en el centro de una isla del poderoso río que bordeaba el bosque.
A la mañana siguiente cuando todos se despertaron se dieron cuenta que un manto de oscuridad cubría la tierra. El caos se instauró en el bosque, no se podían distinguir las cosas, chocaban entre ellos y el pánico comenzó a cundir entre los habitantes. El cuervo chillaba, como el hombre, como el puma o el antílope. Así pasaron varios días, hasta que poco a poco fue corriéndose la voz para realizar una reunión en un pequeño claro del bosque.
Acudieron toda clase de animales y los seres humanos también. Hubo propuestas , discusiones. No se entendía que había ocurrido hasta que un ave que gracias al alboroto que se armó, se acercó y comentó que la última luz que pudo ver fue en el centro de la isla del río. Entonces se decidió que un grupo de valientes fueran a rescatar al sol.
Hubo una nueva fase de discusiones para saber quienes tenían que ir al rescate del sol. Finalmente los elegidos fueron: el mapache, la araña, la lechuza, un hombre y una mujer.
Partieron guiados por la lechuza que les indicaba la dirección que debían tomar. Gracias a sus indicaciones pudieron acercarse al gran río y atravesarlo. Una vez en la isla, en la orilla, con el agua y el barro el mapache y la mujer comenzaron a construir una enorme vasija. Al mismo tiempo la enorme araña tejía una red muy fuerte capaz de albergar a la vasija. Mientras tanto la lechuza observaba las andanzas del Mal Espíritu. Cuando la lechuza pudo ver que abandonaba su choza y se alejaba de ella, avisó a sus amigos y rápidamente se dirigieron a la casa del Mal Espíritu.
Vigilantes se quedaron la lechuza y el hombre, mientras la valerosa araña acompañada del mapache y la mujer penetraban en la tienda. La mujer se quedó junto a la puerta mientras la poderosa araña se acercaba al baúl acompañado por el mapache.
Este acercó su cara al baúl y abriendo una ligera ranura miró en el interior quedando cegado por el resplandor. Desde entonces una máscara negra adorna los ojos del mapache que se alejó del baúl abandonando la tienda al tiempo que se acercaba el hombre que se quedaba junto a la puerta. La araña no se lo pensó dos veces, con la mujer detrás de él abrió el baúl, cerró los ojos y abrasándose con el sol entre sus manos en un gesto rápido lo introdujo en la vasija que había preparado el mapache, cerrándola rápidamente.
La valiente araña, tan poderosa y blanca quedó desde entonces reducida, pequeñita y negra como el carbón y no pudo introducir la vasija en la red que había preparado. Esta tarea recayó en la mujer que a causa del resplandor del sol adquirió un color cobrizo. Ella junto al hombre cargaron con la red y salieron de la tienda. Una vez fuera depositaron la red en el suelo y abrieron la tapa de la vasija. En ese momento ZAS, el sol viéndose libre ascendió al cielo devolviendo la luz al universo y la felicidad al bosque.

BOCETOS

Es una tarde fría de invierno con un cielo azul que ninguna nube mancha. Tras unos días grises y lluviosos, hoy por fin el sol ha salido en todo su esplendor y como todo el mundo, he salido a la calle para recibir su caricia. Junto al estadio, a los pies de la escultura a Ormaetxea está sentada una joven con un bloc de notas entre sus manos, escribiendo con un aire ensimismado a ese amor apenas entrevisto en brazos de un ser bien distinto y que le han , inútil locura, dejado entrever la melancolía de un porvenir desesperante…..

TWO

Estoy paseando junto al estadio cuando veo que se acerca mi amigo Antonio, acompañado de su esposa Amaia, arrastrado por un perro. Veo la reprobación en los ojos de ella cuando le comenta que no tire con fuerza de la correa y la desolación en los de él, que parece querer decirme algo. Les pregunto por sus hijas y me responden que todo va muy bien, sobretodo desde que trajeron a este perro que hace mucha compañía a las niñas y que juegan mucho con él, es tan inteligente!! Solo le falta hablar!!! Les hace tanta compañía a las niñas. Siento devoción en las palabras de ella mientras mi amigo Antonio se mantiene cabizbajo y silencioso. Amaia nos dejó solos para que habláramos de nuestras cosas mientras ella va a pasear a su Kuki.
Una vez que Amaia se alejó de nosotros, Antonio se derrumbó y comenzó a contarme una historia surrealista a propósito de su perro. Por lo visto Kuki se toma por un ser humano y no hay manera de disuadirle de lo contrario, se da tanta importancia que no hay manera. A ver Ramón, ¿es que yo me tomo por un perro?, me preguntó. Yo no sabía que decir cuando sin darme ninguna opción me contó lo que le había ocurrido hacía pocos días .
Iba yo caminando, me dijo, tranquilamente con mi perro cuando nos cruzamos con una abuelita y su nieta. Justo escuché como la señora le decía a la niña: ale, acaricia al perro!. La niña se acercó y me acarició la mano!!! Traté de indicarle que el perro era el otro, pero la niña continuó, cariñosamente, acariciándome la mano. La señora en ese momento le dijo: ves como no es malo!!!
Ay Ramón y eso no es lo peor. Lo peor es que en ese momento mi perro, que no sabe estar callado ni un momento, añadió: SOLO LE FALTA HABLAR!!!!
Hostia!!!!! a que alucinas en colores!!
Evidentemente!! Pero lo peor, lo que a mí me dejó turulato, proseguía Antonio, NO es que la abuelita me tomara por un perro.¡¡¡ TODO EL MUNDO SE PUEDE EQUIVOCAR!!! Lo peor, es que no le sorprendiera OIR hablar a mi perro…..,anda ya. ¡Hasta donde hemos llegado!, y ¡¡¡ ES QUE LA GENTE YA NO SE EXTRAÑA POR NADA!!!
Iba a continuar cuando vimos que Amaia se acercaba con una amplia sonrisa en su rostro y jugando con el perro. Antonio, al verles llegar balbuceó unas frases cortas y rápidas: bueno Ramón, hasta otra . Ahora no puedo contarte todo, quizás otra vez , más tranquilos, con más tiempo. Además si Kuki se da cuenta que te lo he contado…….Ale. Txao.
Me quedé confundido, sin haber pronunciado ninguna palabra y la cabeza dándome vueltas. Me dirigí hacía casa absorto en lo que Antonio me había contado, tan absorto
que casi me caigo al pisar un enorme cagarro de perro y hasta solté un grito que hizo que las personas cercanas volvieran la cabeza cuando de mi garganta brotó un sonido parecido a : GUAU.

HIRU

Estación del Topo en Anoeta. Son las cinco y media de la tarde, mucha gente ha terminado su jornada de trabajo, los niños el colegio y todo el mundo se mueve con prisa para llegar a su destino. Otra jornada más y queda toda la semana hasta que llegue San Viernes.
Todo el mundo pasa rápidamente, nadie se detiene, todo el mundo está cansado. Pero allí, frente a la máquina, hay un hombre, un hombre sin prisa, un hombre que mira al frente y no se mueve, y es terrible cuando mira a la vitrina que guarda las golosinas con una red metálica. Es terrible la cabeza del hombre cuando tiene hambre y mira en la vitrina; chocolatinas, croissant, sándwich, bocadillos calientes que desprenden un olor que remueve la memoria del hombre, es terrible la memoria en la cabeza del hombre, la cabeza del hombre, que tiene hambre. Cabeza que no piensa, que sueña, que imagina otra cabeza, cabeza de jabalí con una salsa vinagreta o una cabeza de lo que sea. PERO QUE SE COMA!! Y sin querer mueve su mandíbula, suavemente, salivando…...


EL ALCALDE MOLON

Se acercaba la hora de decidir el futuro del bosque de Sorgintxulo, lugar que casi todos los miembros de la comunidad conocíamos a fondo. En el tuvieron lugar los primeros juegos, las primeras aventuras, los primeros besos…..
El alcalde Molón, buen chico y bien criado también lo conoció en su juventud pero apenas tenía recuerdos de él, así que decidió darse una vuelta por el bosque enfundado en un chándal y con un gorro que le cubría la cabeza para que nadie le reconociera.
Llegado al bosque, su primer encuentro le sobresaltó: una descarada Caperucita Roja se insinuaba sin ningún rubor a un inocente lobo. Ante su indiferencia, trató de seducirle con las ricas viandas que llevaba a su abuela, aun joven. Ante el nuevo rechazo del inocente lobo, que había sido educado con sólidos principios, Caperucita, sin cortarse un pelo, le propuso directamente “un menage a trois”. No se si por su notoria inocencia, por su deseo de aventura o por ese vocablo tan atractivo “menage a trois”, el joven lobo accedió ante el estupor de nuestro buen alcalde Molón que salió corriendo despavorido ante lo que había visto.
Cuando , por fin, se detuvo para tomar un respiro, se apoyó en un árbol, al tiempo que escuchaba un coro de voces cantar: AIBON, AIBON, cantando a trabajar, larilalo, larilalo……., hasta que entre las voces graves y agudas del coro asomó una cálida voz de mezzosoprano que le embrujó. Asomándose por un lateral, del grueso árbol, pudo observar a una hermosa joven que retozaba placenteramente entre un grupo de enanitos, a los que besaba y acariciaba dulcemente. Se podía palpar en el ambiente un aire de sosiego y felicidad, hasta que de pronto, salido de entre el follaje apareció un príncipe seguido de varios soldados, que con muy malos modos, como es habitual entre los poderosos, ordenó a su tropa que atraparan a la joven y la llevaran al castillo para la fiesta, que esa noche iba a tener lugar . Los soldados no tuvieron ninguna piedad con los enanitos , que trataron de oponerse pero fueron brutalmente arrollados, arrastrando a la joven con ellos.
Dios mío!!! Gritó Molón, esto es el parque de Sorgintxulo!!! Horror!!!!, y sin apenas haberse recuperado, escandalizado por lo que había presenciado continuó su camino, hasta que chocó con una vivienda pequeñita, construida con adobe y paja. Cercana a ella había otras dos viviendas, una de madera y otra más sólida, construida con ladrillos. Rápidamente observó que en las dos primeras casitas vivían dos cerditos a los que solo les interesaba: al primero, la poesía y la búsqueda de las palabras, al segundo, la música y la interpretación de varios instrumentos , la vida bohemia , en una palabra, LA FIESTA.
Sin embargo, un poco más adelante se encontraba la casita construida con ladrillos por el hermano mayor que con gesto adusto daba órdenes al jefe de seguridad de su propiedad, un fiero lobo con pinta de alucinado. No se si por recibir órdenes de un cerdo mafioso o por el peta de maría que estaba fumando.
El alcalde Molón no daba crédito a lo que estaba viendo. ¿En que se había convertido aquél bosque de Sorgintxulo? Un horrible lugar donde imperaba la mafia, el sexo y la droga. NO!!, NO!! Y NO!!!, se dijo para si. Tendrían que pasar por encima de su cadáver, gritaba con el rostro desencajado.
Hasta que…., hasta que…Sr. Alcalde!, Sr. Alcalde! ,le susurraba una secretaría al oído. Se despertó sobresaltado como si hubiera tenido una horrible pesadilla. Se ajustó las gafas, sorbió un poco de agua y preguntó: ¿ diga Adela, que es lo que quiere?
Adela le mostró el dossier del bosque de Sorgintxulo, recordándole que tenía que tomar una decisión sobre la futura urbanización en dicho bosque para la construcción en él de dos centros comerciales, con sus respectivos parking, 1250 pisos, , un centro de ocio para los jóvenes ,un cuartel para la Ertzaintza, la Iglesia y una plaza de toros.
Impertérrito, secándose unas pequeñas gotas de sudor, provocadas por esa pesadilla, al Alcalde Molón no le tembló el pulso cuando firmó la creación de un nuevo bosque de aluminio y cemento, la defunción de un bosque que albergaba miles de secretos y de sueños.
ARRASENME ESTE BOSQUE, YA.!!!!!!!




PULGARCITO, EL TRUHAN

Era un niño muy pequeñito y los demás chicos se metían a menudo con él,"chiquitín", "renacuajo", "enano", y al final se quedó con "pulgarcito". Pero en su diminuto cuerpo, fue aumentando el odio hacia los demás hasta límites insospechados. Aprendió el arte del disimulo y sobre todo el del chantaje.¿ Quién en su niñez no ha sisado unos caramelos?,¿ unas pesetas de la compra? y más tarde lo deja sin más, mientras que para otros no es más que el principio de una carrera siniestra.
Pulgarcito no perdía ninguna ocasión que se le presentaba, así desde muy niño atemorizaba a los demás niños con denunciarles. Cuando copiaban en clase con chivarse a la profesora salvo, que le hicieran los trabajos de clase y además robaran algún juguete para él. Poco a poco fue creando una red que el pequeño chantajista vio crecer y extenderse en base al miedo a ser denunciados por otros que a su vez temían ser denunciados ellos también. El joven pulgarcito estableció un sistema de terror que hizo que los demás obedecieran sus órdenes ciegamente. Qué fácil es dejarse seducir por el mal y qué díficil, sin embargo, escapar de las garras que el mal ha tejido.
Una mañana apareció por la escuela un nuevo alumno, el hijo del señor Ogro: Ogrín. Feliz de poder aprender tantas cosas junto a niños de su edad, a los que doblaba en tamaño, pero que a pesar de su aspecto fiero, albergaba en su interior un corazón de oro. Al principio las cosas fueron bien para Ogrín, todos lo querían en su equipo para las pruebas atléticas o que requerían de la fuerza. Hasta que ......un día.....le tendieron una trampa al bueno de Ogrín, dejando como si estuviera abandonado un bocadillo de lo más apetitoso al que no supo decir que no y después de mirar a ambos lados para ver si alguien le observaba comenzó a zampárselo salivando generosamente con la boca. Después del segundo bocado apareció Pulgarcito con dos de sus chivatos y acusaron a Ogín de haberse apropiado del bocadillo de uno de ellos. Pobre Ogrín, su gozo en un pozo, se le encogió el estómago como si le hubieran dado un directo con todas las fuerzas. Cuando comenzó a recuperar la respiración, Pulgarcito le dio la puntilla cuando le dijo que tenía que hacer algunos trabajos para él si no quería que lo denunciara. Al principio, Ogrín realizó pequeñas tareas: robar algunos juguetes, robar algún libro de la biblioteca , etc. Más adelante le obligó a atemorizar a otros niños por su corpulencia.
Pasó el tiempo y el poder de Pulgarcito alcanzó las cloacas del Estado. No se libró ni dios, militares, altas jerarquías de la iglesia, cazadas en prostíbulos de lujo. Ministros que solicitaban pequeños favores que más tarde se volvían contra ellos. Toda una red basada en la acumulación de la información, almacenada en un poderoso ordenador instalado en el cuartel general del pequeño tirano.
Ogrín se convirtió en el subordinado preferido de Pulgarcito. Este le ordenaba los trabajos selectivos para alterar el orden público, provocando altercados que desestabilizaban a la sociedad civil, propiciando las llamadas al orden y a la mano dura por parte de algunos ministros, claro que estos servicios realizados a instancias de estos últimos, tenían un precio, un precio muy elevado por cierto, que religiosamente tenían que pagar al tirano si querían perpetuarse en el poder.
Era un día tranquilo y Ogrín retozaba plácidamente en brazos de una mujer cuando resonó el teléfono .Vio que la llamada provenía del tirano y que le ordenaba que produjera nuevos allborotos en las calles de la ciudad a instancias del Ministro del Interior, ya que en los próximos días se iban a discutir en el hemiciclo los presupuestos de seguridad. Una vez más, a regañadientes, se despidió y se lanzó a la calle. Justo cuando atravesaba una calle del viejo barrio observó como una joven bien parecida lanzaba un cóctel molotof a la comisaría y echaba a correr. Ogrín la siguió y la alcanzó dos manzanas más adelante conminándole a trabajar en la red si no quería ser denunciada. Al mirarla más detenidamente se dio cuenta que era Natacha, a la que antiguamente llamaban Cenicienta, joven rebelde perseguida por la policía y querida por los jóvenes sin esperanza de los barrios marginales, allí donde vivían los que el poder denominaba como " la canalla". A Ogrín le brincaba el corazón con aquella joven de la que tanto había oído hablar, le hubiera gustado seguir charlando con ella pero sabía que eran vigilados por las cámaras que habían instalado los hombres del tirano en toda la ciudad. Natacha, para su sorpresa le dijo que le llevara ante el gran Pulgarcito. Sorprendido le dijo que no tenía ni idea de donde se podía ocultar, en ese momento un coche se acercó hacia ellos y abrió las puertas de atrás, dos hombres del pequeño tirano les ordenaron entrar. Todo estaba oscuro en el interior y no veían a donde los llevaban. Por fin se detuvo el coche y esperaron unos segundos hasta que de nuevo el coche se puso en marcha, Ogrín dedujo que ya habían llegado a la mansión del pequeño tirano. Allí estaba el poderoso criminal que controlaba la casi totalidad del mundo criminal, desde los pequeños ladrones de supermercado hasta los grandes traficantes de droga y los banqueros que les blanqueaban el dinero en esas islas de nombres exóticos, y todos aquellos datos guardados preciosamente en aquel gigantesco ordenador. Allí estaba aburrido, rodeado por sus matones. Algo en su interior se enterneció al reconocer a Ogrin de los tiempos del colegio pero no lo dejo traslucir. Cuando el jefe se dirigió a Natacha para que trabajara e la red ella le dijo que no ante la sorpresa del tirano que amenazó con sacar y hacer pública toda la información que sobre ella tenía. Ella no pudo evitar una sonrisa y le retó a que sacara toda la información que sobre ella tuviera a lo que él, enfadado accedió, se dirigieron hacía el gran ordenador y allí después de haber tecleado las coordenadas precisas comenzó a salir una lista interminable de papel que recogía todas las actuaciones contra el poder realizadas por Natacha. Fue tanto el papel que salió que Natacha pudo hacer un paquete con nuestro tirano, cogiéndole por sorpresa. Entonces como un rayo Natacha se abalanzó sobre las teclas del ordenador y tecleó como un pianista diabólico, en unos segundos y con las ventanas bien abiertas y los ventiladores a tope comenzaron a salir como un diluvio de papeles, así toda la información fue ampliamente difundida y ahora que todo el mundo la conocía no servía de nada.
El tirano cubierto de papeles ordenaba como un loco a Ogrín y todos sus secuaces que la mataran, pero nadie le hacia caso. Al fin y al cabo, ¿por qué?, ¿para qué? Si ya no tenía ningún poder sobre ellos ahora que todo el mundo sabía todo de todo el mundo. Ahora por fin se ven liberados de todos los hechos que los comprometían.
Minutos más tarde, la gente vio salir del edificio a un pequeño hombre que lloraba y las gentes se preguntaban quien era aquél hombre y que le habría ocurrido, ¿ por qué estaría tan triste?.
Días después en las solitarias playas de las Landas encontramos a Ogrín en brazos de Natacha escuchando atentamente su triste historia, y el calvario al que la sometieron su madrina y sus hermanastras cuando aún la llamaban Cenicienta, y la mira con cariño cuando a ella le brillan los ojos y dice firmemente que nunca nadie, después de aquello, volverá a abusar de ella.

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